Sí, discurre un riachuelo en el punto donde se dan dichas coloraciones. Y no, no se trata de contaminación provocada por alguna actividad humana o por el arrastre de barro. ¿Que ocurre? Las aguas subterráneas arrastran partículas de óxido a su paso por yacimientos férricos existentes en el subsuelo y al llegar al cauce tiñen de rojo, ocre y marrón las piedras que encuentran a su paso, como reflejan las siguientes fotos.
Una pista: a una altitud de 2.300 metros, antaño, desde la cabecera del valle un teleférico de 14 km de longitud salvaba un desnivel de 1.670 metros para facilitar el transporte del mineral extraído de unas minas de plomo y zinc existentes en este punto.
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