Esta vez, una ruta en btt a través del Montsec aragonés me llevó hasta un pueblo deshabitado, Finestras. Allí, junto al embalse de Canelles y de forma prodigiosa, una doble hilera de estratos se eleva verticalmente. Se trata de farallones de roca caliza que, ante su parecido con la gran muralla del país asiático, popularmente se conocen como la "Muralla China" de Finestras.
Se mire por donde se mire, este capricho geológico exhibe en todo momento una majestuosa belleza. Las siguientes imágenes así lo cercioran. La erosión provocada durante miles de años por la circulación de agua ha abierto diversas oquedades en la roca, alguna de ellas en toda la longitud del farallón, filtrando mágicamente los rayos solares del atardecer.
Aprovechando estas singulares barreras naturales, y por tanto su aislamiento frente a posibles hostilidades, en lo alto de un recodo accesible en el último tramo por clavijas ancladas a la roca, en época medieval se construyeron un castillo medieval y una ermita (San Vicente, s. XI). Obviamente, las dimensiones de estas estructuras se ajustaban al reducido espacio existente.
Geológicamente, esta estructura rocosa forma parte del Sector Central de las Sierras Surpirenaicas. En un ilustrativo artículo de Mª B. Martínez Peña y de A. Pocoví, publicado en el Acta Geológica Hispánica (Tectónica de cabalgamientos en el Pirineo, 1988), estos autores concluyen que los mantos de corrimiento de las Sierras Supirenaicas está determinado por diferentes unidades de "edificios de láminas cabalgantes" y que se produjo un acortamiento de algo menos de 11 km entre el cabalgamiento del Montsec y el frente del cabalgamiento de las Sierras Marginales, aproximadamente el 32% del manto original.
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