En 2009, una expedición británico-vietnamita exploró por primera vez este lugar. Pero es gracias a una expedición realizada por National Geographic en el año 2011 que ahora tenemos la posibilidad de “entrar” a la cueva y, aunque sea por medio del objetivo del espeleólogo Carsten Peter, ver unas extraordinarias imágenes y ser conscientes de la magnitud de este descubrimiento.
La caverna, atravesada por dos ríos subterráneos, cuenta con más de cinco kilómetros de longitud y la sala más grande alcanza los 200 metros de alto y 150 metros de anchura. ¿Cuántos millones de litros de agua habrán tenido que circular entre las fisuras de las rocas para ampliar las cavidades milímetro a milímetro?. Comparándolos, la inmensidad de las salas empequeñece a los exploradores a diminutas hormigas.
La envergadura de algunas estalactitas y estalagmitas es tal, que es muy posible que su visión nos deje boquiabiertos. ¿Cuántos milenios y qué cantidad de carbonato cálcico habrá hecho falta para que se formaran?. Hasta existe una cascada petrificadal!! Las siguientes imágenes no dejarán a nadie indiferente. Personalmente, la última foto es la que más me sobrecoge. Al final del post, un vídeo muestra en 3D el perfil de esta sensacional "cueva infinita".
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